La lengua de señas mexicana se originó en México y es única en el mundo.
La LSM se reconoció oficialmente como lengua nacional en 2003.
La LSM tiene variaciones regionales al igual que los dialectos en una lengua hablada.
Se utiliza un alfabeto dactilológico para deletrear palabras en LSM.
Los nombres de las personas se representan visualmente en LSM.
La LSM tiene un vocabulario de alrededor de 5,000 a 7,000 signos.
Los movimientos faciales y expresiones son fundamentales en LSM.
Algunos signos en LSM son icónicos y se asemejan a objetos o conceptos.